miércoles, 4 de diciembre de 2013

Imágenes: Secular, sagrada y científica
Mary Midgley

En este capítulo se narra que desde tiempos muy remotos se trata de dar una explicación científica a todos los acontecimientos que suceden en la tierra y se dice que la religión no tiene nada que ver con el ser humano y todo lo que lo rodea.
En la sociedad se ha impuesto a la ciencia como si fuera la única forma correcta de pensamiento y se quiere dejar a un lado la religión, sin tomar en cuenta que esta también es importante.
Necesitamos darle significado a nuestra vida o el porqué de la forma en la que vivimos,  la ciencia y la religión se encargan de esto pero lo hacen de una forma muy distinta, razón por la cual la sociedad ve a estas dos formas de pensamiento como rivales.
En el texto se menciona que actualmente a los científicos se les ve como sacerdotes y profetas, idea con la que estoy totalmente en desacuerdo, no creo que eso sea algo posible, aun así existen personas que si concuerdan con esto porque piensan que la ciencia tiene la respuesta para todo sin tomar en cuenta que la ciencia tiene muchos errores y considero que aún hay cuestiones que ni la ciencia puede explicar.
Mi punto de vista sobre este tema concuerda con el de la psicología de la Gestalt que dice que en vez de tratar de mantener separadas a la religión y a la ciencia se debería de combinar las formas de pensamiento, sostengo que de esta manera habría un tipo de armonía entre estas dos y se le daría un sentido más lógico y creíble a todo lo que rodea al hombre y el universo en general.

 Marcela Galindo Aragón 
Magia, brujería y violencia en Colombia
Carlos Alberto Uribe


En este escrito se relata la historia de la familia Botero Jaramillo que se ve relacionada con el narcotráfico además con la brujería
El vínculo con el narco se da porque el hijo menor de la familia Juan de Jesús se mete al negocio de trasiego de cocaína con su prima, quienes mas tarde caen presos y el hijo mayor John Fredy sufre de psicosis. Solita, madre de ambos también tiene problemas mentales y de salud, por lo que acude a un santero para que la ayude.
Con ayuda del escrito sobre “los exorcistas que combaten la narco-violencia en México nos queda más clara la relación que hay entre la brujería y el narcotráfico. Tanto el tráfico de drogas como la brujería están encadenadas con el demonio, debido que este negocio daña a mucha gente directa o indirectamente, además de que la crueldad con la que se trata a los adversarios es brutal. También se menciona a la Santa Muerte que se le considera mala.

Leí un libro llamado “confesión de un sicario” de Juan Carlos Reyna que es narrado por un ex sicario de un cartel mexicano y quien fue traicionado por sus jefes; cuenta que el jefe de la organización contrataba a un brujo encargado de hacer un ritual para obtener protección y ayuda para que el negocio crezca, ya que están conscientes de que esto no se lo pueden pedir a Dios, lo único que le piden es perdón. En el ritual que realizaba el santero  mataban a una mujer embarazada, extraían al bebé y la sangre de ambos se juntaba con la de un borrego y se la tomaba el narcotraficante. Y según quien narra la historia funcionaban los rituales.
Marcela Galindo Aragon 

Magia, brujería y violencia en Colombia

Comentario


Primeramente de inicio la relación de magia, brujería y violencia colombiana, tiene antecedentes en el tiempo.
Por un lado el contrabando desde el siglo XVI, por el mar Caribe, Panamá y la Guajira, afectarían a todo lo que es hoy Colombia, principalmente Antioquia, Fredonia y Medellín. Este contrabando abrió una importante ruta para hoy con el narcotráfico.
Del mismo modo, llegó la religión con todo el santoral católico, pero inclusive con un fuerte culto a la madre y a la virgen, algo simbiótico que se conjuga entre “mundos locales”, o sea, entre la parroquia y los pueblos.
En cuanto a la eficacia mágica nigromántica, llegaría en los barcos negreros, donde se practicaba magia africana, trasplantada a esas tierras.
Conforme llegan estos factores a un territorio donde los métodos de la violencia simbólica, el sacrificio de humanos, la antropofagia, guerras entre chamanes, culto a la muerte y sin faltar el consumo de yerbas se fueron amelgando y tejiendo con los siglos, cuyos característicos elementos culturales se han extendido por todas nuestras sociedades.
Por consiguiente, quienes compartimos similares códigos culturales, entendemos lo que constituyen estos vínculos como: político-sacro, narco-satánico, narco-políticos, narco-terroristas, etc., con y sus fuerzas del mercado, su sabiduría, lo sobrenatural y metafísico que nos han impulsado a un caos social, algo que llaman los analíticos para explicarlo mejor, el “malestar en la cultura”.
Finalmente, ni los escapularios, las “ligas”, “oraciones de protección y destrucción” no dejarán de narrarse, en Colombia y hasta donde se han extendido, porque la conformación social creada bajo la tutela de la religión católica, la familia y la riqueza, constituyen la trinidad básica en lo que se sustenta la ideología del colombiano, sin faltar el desarrollo de papel antagónico que juega la mujer para su propia transformación, ya sea para bien o para mal.

Como colofón, la imagen de la mujer, ya sea madre, esposa, hija, parienta, religiosa, prostituta, le crea campos de acción delimitados dentro de su vida, porque aparte de ser la mujer dentro de la familia, la fuerza del cambio, ya que en ella recae el peso de las fuerzas que lo promueven es sin lugar a dudas imprescindible para que funcionen.






Nombre: Delgado Ruiz Estivalis.
Grupo: 523.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Delfines, sexo y utopías - Mary Midgley.

Comentario. 

Ante todo, al escribir sobre religión y ciencia, no podemos ser neutrales porque cada persona percibe su experiencia y la analiza como ha vivido. Respecto a la religión y ciencia juntas, se manifiestan un sin número de controversias, dado que ambas conforman nuestra historia por caminos que van de la mano y otros que difieren.
Por principio la religión nos adopta desde nuestro nacimiento sin duda por herencia, y porque ejerce un movimiento bastante fuerte en todas las sociedades, a modo de transmitirnos sus ideologías y permanecer en su sistema.
Asimismo su sistema que nos puede dar verdadera confianza e integridad, también como destruirnos parcial o totalmente.
Primeramente porque desarrollamos cualidades espirituales que hacen posible los sacrificios hacia nuestros semejantes, mismas que al ser bien vistas por nuestra comunidad, nos van formando la autoestima que requerimos para ser seguros y asertivos. Por otra parte cuando no cumplimos con sus normas o preceptos de tales sacrificios, nos minimizan y descalifican, cuestión que nos puede acabar física o mentalmente.
Con lo que respecta a la ciencia, vamos aceptando la honestidad de los hechos a través de la evolución de nuestra propia inteligencia, y que se va incrementando mediante experiencias vividas o mecánicas, simplemente porque funcionan en nuestro desarrollo y vamos comprendiendo para enfrentarnos a sus consecuencias. Esta objetividad es la fuente de su enorme autoridad, porque oficialmente, la ciencia sólo trata de hechos.
En efecto, reflexionar sobre un trabajo que tiene que ver con el resto de la vida, no es un asunto de bandos, la ciencia necesita su propia visión prudente para concretar un cuadro imaginativo coherente, donde se agrupen las cuestiones  humanas, por ejemplo: erradicar la enfermedad del cáncer definitivamente, estamos hasta cierto punto bajo el influjo de esta esperanza, de que la ciencia tenga de algún modo la respuesta fundamental para todo.
Así también, si vemos con positivismo las actitudes y alternativas que modelan la religión y la ciencia, observaremos que no podemos aislarlas para definirlas, puesto que sin ambas, afectarían el significado de nuestra vida, siempre y cuando estos modelos coincidan en la importancia de seguir haciendo más ciencia, porque esto sería necesario, ya que hacer ciencia se convierta en el significado absoluto de la vida.

En definitiva, son los eventos en nuestra vida los que nos marcan, seas religiosos o científicos, pero son nuestras decisiones las que nos definen.


















Por Estivalis Delgado Ruíz.

Yo adentro, yo afuera.

Creo que este es mi capítulo favorito, porque en una ocasión mi maestra de lectura y redacción nos hizo notar esto, si en verdad existimos y si todo lo que vemos es real o existente. También porque está relacionado con los viajes astrales, con el cordón de plata que no es más que la energía por la que queda unida nuestra alma, nuestro espíritu, cuando se separa de nuestros cuerpo físico. Un viaje astral es la separación del cuerpo físico y el cuerpo astral, sin mediación del cuerpo emotivo ni ingerencia del cuerpo mental, aunque el cuerpo mental nos sirva de interprete. Esta separación es muy parecida a la muerte, muchas de las personas que han permanecido muertas clínicamente durante algunos minutos lo han experimentado conscientemente. Pero no hace falta estar al borde de la muerte para experimentarlo. Algunas personas lo experimentan de forma espontánea cuando están perfectamente despiertas, sin proponérselo siquiera, mientras que otras se pasan la vida buscando en vano dicha experiencia y lo mas que consiguen, después de ayunar y de meditar durante años, es una potente proyección mental.
Por supuesto, existen personas que viajan astralmente siguiendo toda clase de técnicas o ingiriendo diversos tipos de drogas alucinógenas”. –Mundo paranormal.
Savater dice que la vida podría ser un sueño o que podríamos estar siendo engañados por alguna divinidad maligna. Estes o no soñando todo lo que sucede pensamos que es real y sabemos que existimos y no porque nos lo digan, sino porque están pasando cosas y las estamos viviendo.
Claro está que este capítulo me dio mucho que pensar.
El significado de la palabra ‘yo’ se refiere como si fuera un localizador verbal, porque no es lo mismo decir ‘yo aquí’ que ‘yo aquí en mi casa’, ya que en el primero podría ser en cualquier sitio, y en el Segundo podría ser en cualquier parte de mi casa pero en los dos sigo existiendo ‘yo’.
En pocas palabras, Savater dice que si la conciencia existe, entonces eso significa que somos reales y no necesitamos que nos lo demuestren pues, sabemos que somos ‘reales’ y que ‘existimos’ en este momento.

La finalidad de este escrito es plantearnos actualmente la hipótesis de “pienso, luego existo”, que al parecer entre razonar y y dudar, para luego actuar son desarrollos a simple vista que han ido de la mano del hombre a través de la historia.
Para Descartes el buen sentido o razón es la facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso y según él, es por naturaleza igual en todos los hombres. La diversidad de opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos, y no consideremos las mismas cosas. La razón nos hace hombres y nos distingue de los animales; la razón, en cada uno de nosotros permanece entera, pues según las doctrinas escolásticas: “Sólo hay de más o de menos en cada unos de nosotros los accidentes, como color de pelo o piel, étc... y no en las formas o naturaleza de los individuos”. –Descartes.

Para concluir, el ser escéptico trae algunos problemas, ya que desde pequeños nos crían con la idea de que existe Dios, así que si somos no creyentes pero en situaciones malas le pedimos a Dios, ¿de qué se trata? En lo personal, siento que en el fondo creemos en un ‘algo’, cada quién se forma sus ideales, que si nos pertenecen o no los cuerpos en los que habitamos, que si sólo somos almas que fueron ‘bendecidas’ para ‘vivir’ en la Tierra.


































Por Estivalis Delgado Ruíz.